jueves, 5 de julio de 2012

Zapatos guardados y ordenados.

No sé muy bien para qué servía en su origen, lo que sí os puedo asegurar que pesa mucho, muchísimo.

Visto así me daba la impresión de un ataúd,  y la clienta que directamente me lo pidió sin ni siquiera restaurarlo, lo quería usar como zapatero.

Algunas veces se me enciende la bombilla.

Lo primero fue deshacerme de la madera de la puerta y poner tela de gallinero.

Lo pinte de blanco decapado y la hice una cortinilla de loneta rústica.

Puse un corazón en el abridor de la puerta, y una llave antigua que tenía su actual propietaria.

Y este es el resultado. Me parece una monada.

Por dentro va forrado con una papel precioso de florecitas. No he hecho foto del interior porque mi clienta ya había colocado sus precioso zapatos.