Las segundas oportunidades merecen la pena en muchas ocasiones, en mi caso, casi todas las cosas que caen en mis manos y que otros rechazan por viejas o estar cansados de ellas les doy una nueva vida.
Algunas veces serviran para lo mismo que fueron creadas pero con otro matiz, y en otros casos formaran parte de otros universo.
Era una cunita de plástico duro para muñecas, estaba un poco desvencijada, la recompuse y añadí algunos listones de madera, después de pintarla la puse un dosel y un cartelito personalizado.